El 25 de febrero aterrizó en Buenos Aires un jet privado proveniente de Miami, Estados Unidos, en el que se transportaron diez valijas que nadie controló, una pasajera sin custodia oficial y dos tripulantes que apenas dejaron rastros. La escena quedó registrada por las cámaras de seguridad de Aeroparque. En el programa «QR», emitido por Bravo TV, el diputado nacional Rodolfo Tailhade fue más allá: “Estamos hablando de negocios, o más bien de negociados, con fondos reservados y vínculos entre el Gobierno de Javier Milei y un grupo de bandidos ligados a la inteligencia”, consideró.
El caso, investigado por la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), apunta a la pasajera del vuelo y dirigente conservadora Laura Belén Arrieta, quien habría ingresado al país sin controles en una aeronave privada de Royal Class. Aunque la documentación declaró cinco valijas, las cámaras mostraron diez. Ninguna pasó por el escáner.
De 32 años, Arrieta forjó su experiencia profesional en dos líneas aéreas. Además, jugó un rol clave en la organización de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), un evento realizado en diciembre en el Hotel Hilton de Buenos Aires, donde expusieron Javier Milei y otros dirigentes libertarios.
Los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez mencionaron un «tratamiento aduanero privilegiado”. El avión pertenece a Leonardo Scatturice, empresario con pasado en la SIDE y actual dueño de Flybondi. Según Tailhade, Scatturice firmó este año contratos con el Estado argentino por más de $2.400 millones, algunos de ellos vinculados al área de inteligencia.
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El vuelo, las valijas, los contratos, los silencios. Cada elemento de esta trama funciona como una caja negra que aún no se abrió. La periodista Irina Hauser advirtió: “No importa de dónde viene el avión; importa qué pasa cuando entra al país”. Tailhade, en tanto, sumó una hipótesis: “Lo que traían en esas valijas no era ropa. Pudo ser dinero o equipos de inteligencia”, especuló. La relación entre Scatturice, la SIDE, Santiago Caputo y los negocios con fondos reservados conforman una red opaca bajo investigación y con aun insospechadas consecuencias políticas.
LB / FPT