Una nueva entrada dentro del capítulo de actuaciones grises del Córdoba CF lejos de casa esta temporada. Y es que tres salidas, tres derrotas y una nueva lección para los de Iván Ania quedó después de la visita al Huesca en El Alcoraz (4-1), en el que el acierto casero, junto a la falta de solvencia defensiva blanquiverde, más la ausencia de pegada, dio pie a la tormenta perfecta. «Esta categoría, para mí, son detalles. No te perdonan. Otra vez goles muy evitables por nuestra parte. Fuera de casa el mayor enemigo estamos siendo nosotros, esa es mi sensación, es la frustración que tengo hoy», señaló Carlos Marín, capitán y uno de los protagonistas de la cita.
Mala «actitud»
En la línea de las declaraciones de su técnico, el meta apuntó a la falta de efectividad como la gran merma en este arranque liguero para el cuadro cordobés, también a la «actitud». «Disgustados por la imagen que hemos dado, por esa primera parte. Nos hacen ocasiones con mucha facilidad», expresó. «Da rabia, sabíamos dónde veníamos, es un equipo que saca mucho provecho de sus ocasiones. Salimos al campo con una actitud que nos costó el partido», añadió seguidamente.
«Ellos tampoco han tenido que salir al contragolpe, han sido los balones largos, que a lo mejor no hemos ganado la disputa, en un córner. En esos detalles se han llevado el partido. Sabíamos el plan, pero no fuimos capaces de llevarlo a cabo», analizó.
En clave propia, eso sí, el capitán blanquiverde volvió a ser el escudo particular de los de Iván Ania bajo palos, aunque sin el acierto -ni las opciones para tenerlo- de otras veces a la hora de evitar la goleada: «Hoy no puedo estar muy contento ni en lo personal ni colectivo cuando me hacen cuatro goles, esperamos que la semana que viene volvamos a tener una portería a cero y demos la imagen que hemos dado estos partidos de atrás en El Arcángel», indicó.
Dos versiones del equipo
Para el almeriense, por otra parte, durante estos primeros compases de campeonato se ha podido apreciar dos versiones del equipo, una de ellas, aseada y resolutiva, asociada a sus actuaciones en casa; por otra, mucho menos prolífica, que no está sabiendo encontrarse lejos del calor del hogar hasta el momento: «La realidad es que somos un equipo en El Arcángel y otro fuera de casa. No puede ser que el Córdoba CF tenga una imagen distinta a la que muestra en casa. Veníamos de dos partidos con una actitud bastante buena defensivamente, con dos porterías a cero. Vamos a ser muy autocríticos», aseveró.