En diálogo con Canal E, el analista internacional Miguel Ponce aseguró que la cumbre entre Trump y Putin en Alaska “marca el inicio de una nueva transición hacia un equilibrio mundial distinto”.
Trump-Putin: gestos, poder y presiones a Ucrania
“El mundo está en vilo”, sentenció Ponce al comenzar su análisis sobre el histórico encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska, tras varios intentos fallidos. A diferencia de los líderes europeos, Putin fue recibido con honores, abrazos y una reunión privada con Trump en el automóvil presidencial. Para Ponce, este gesto no es menor: “Estamos viendo una diplomacia de imágenes donde Putin vuelve al centro de la escena global”.
Mientras los líderes de Europa llegaban a la Casa Blanca sin ser recibidos personalmente por Trump, Zelenski aún no había arribado, y se especulaba que el desplante era parte de una estrategia: “El primer mensaje de Trump fue no recibir a los jefes de Estado, marcando diferencias con la alfombra roja a Putin”, señaló Ponce.
El punto clave, explicó el analista, pasa por las exigencias territoriales de Rusia sobre Crimea y Donbass. Y reveló que, antes de llegar a Washington, Trump le envió a Zelenski un mensaje claro: “O aceptás una cesión de territorio, o seguís con la guerra”.
“Zelenski dijo que una cesión implicaría una reforma constitucional que considera imposible”, pero también deslizó por redes sociales su disposición a aceptar una “nueva arquitectura de seguridad”. Según Ponce, se evalúan opciones como un acuerdo tipo Hong Kong o Gaza, pero lo más probable es un modelo mixto: “Se podría reconocer que Rusia ocupa el territorio, pero dejar la soberanía en manos de un organismo internacional”, explicó.
El retroceso de Europa y oportunidades para América Latina
El encuentro de Alaska no solo tuvo impacto en la guerra, también remeció la economía global: “Cayeron todas las bolsas europeas, subió el oro, el euro se debilitó y el dólar se fortaleció”, detalló Ponce.
Para el analista, esto responde a una lógica más profunda: “Estamos en una transición hacia un nuevo equilibrio mundial, donde las potencias marcan sus áreas de influencia”. Y agregó: “Estados Unidos busca liderar la tecnología y la energía, Rusia se posiciona como proveedor energético de Europa, y China avanza como la fábrica del mundo”.
Europa, en este contexto, atraviesa una crisis política y simbólica. “Está viviendo sus horas de mayor vergüenza”, aseguró Ponce. El trato de Trump a los líderes europeos, combinado con presiones para que aumenten su gasto militar y acepten aranceles más altos que otros países, revela una “negociación lamentable”.
Sin embargo, América Latina podría sacar provecho: “Europa quiere acelerar acuerdos con México y MERCOSUR”, reveló el experto, aunque advirtió: “Solo será posible si nuestro presidente entiende que un alineamiento incondicional con Estados Unidos no nos favorece”.
Finalmente, Ponce alertó sobre la dimensión militar del alineamiento argentino: “Me preocupa porque el jefe del Comando Sur llega otra vez a la Argentina, y el alineamiento diplomático se está convirtiendo también en militar”.