Por primera vez en 42 años la provincia de Buenos Aires tendrá este domingo sus elecciones legislativas separadas de las nacionales, lo que hace que la pulseada entre el oficialismo nacional del presidente Javier Milei y el kirchnerismo/peronismo encabezado por el gobernador Axel Kicillof se divida en ocho competencias distintas, una por cada sección electoral del territorio, con la posibilidad de que cada quien muestre su propia «foto ganadora».
Las elecciones renovarán las bancas de la Legislatura bonaerense al elegir 46 diputados y 23 senadores, la mitad de cada cámara. Pero más allá de esa función concreta, estos comicios son vistos como un gran test para las nacionales de octubre que definirán la nueva composición del Congreso, clave para la segunda mitad del mandato de Milei. Esto es así porque la Provincia con sus 14 millones de votantes representa el 37% del padrón total del país.
En ese marco, el duelo central es entre la alianza La Libertad Avanza (LLA) de Milei más el PRO y el frente Fuerza Patria de Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Por la vía del medio intenta romper la polarización el espacio Somos Buenos Aires, que agrupa a un sector de la UCR, peronistas no K y la Coalición Cívica. El Frente de Izquierda y la alianza Potencia también buscan meterse en la pelea.
Cada sección electoral de la Provincia elige sus diputados y sus senadores (la Segunda, la Tercera, la Sexta y la Octava, diputados; la Primera, la Cuarta, la Quinta y la Séptima, senadores) por lo que todas las alianzas políticas presentan ocho listas de candidatos diferentes. Esto es particularmente importante para Milei y para el oficialismo bonaerense de Kicillof, porque habilitará una doble y hasta triple lectura del resultado, con el fin de incidir en el clima político rumbo a octubre.
Elecciones en Buenos Aires: qué se vota en cada sección
Elecciones en Buenos Aires: quiénes son los candidatos en las secciones clave para Javier Milei y Axel Kicillof
Las dos secciones de mayor peso en el padrón bonaerense son la Primera y la Tercera, con 4,7 y 4,6 millones de bonaerenses habilitados para votar. Si se suman los extranjeros empadronados, alcanzan los 5,1 millones cada una, con apenas 30 mil electores más en la Primera. Ambas reúnen a los municipios del populoso conurbano y representan el 70% del padrón provincial.
En la Primera (Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, General San Martín, Merlo, Moreno, Morón y otros municipios del noroeste del conurbano) LLA lleva como primer candidato de su lista a Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero que saltó del PRO a las filas libertarias y que encuentra como máximo rival a Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas de Kicillof que encabeza la boleta de Fuerza Patria.
Mientras tanto la Tercera (La Matanza, Avellaneda, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Lanús, Quilmes y Ezeiza, entre otros del sur del conurbano) es considerada el verdadero bastión del peronismo, cuya lista es encabezada por la vicegobernadora Verónica Magario y enfrenta el desafío de LLA con Maximiliano Bondarenko, un excomisario matancero.
Los votos que consigan y la diferencia que se saquen entre sí el espacio de Milei y el de Kicillof en estas dos secciones serán determinantes. El peronismo confía en ratificar su poderío en la Tercera y la gran apuesta de los libertarios es lograr un triunfo en la Primera que les permita equilibrar la balanza y buscar la ventaja decisiva en el interior de la Provincia.
En ese caso, cobra importancia la Quinta Sección, que tiene 1,3 millones de votantes y entre los 27 municipios que la conforman (Dolores, Chascomús, La Costa, Villa Gesell, etc.) se destaca General Pueyrredón, cuya cabecera es Mar del Plata. Por eso Milei y el kirchnerismo llevan como principales candidatos a dos referentes de ese distrito: el intendente, Guillermo Montenegro, por LLA y Fernanda Raverta por Fuerza Patria.
Entre las secciones que podrían convertirse en árbitros del resultado global se encuentran también la Segunda Sección (San Nicolás, Arrecifes, Baradero, Pergamino, Zárate, etc.), donde aparece como tercer actor de peso el frente Hechos de los hermanos Passaglia que gobiernan San Nicolás; la Sexta (Alsina, Bahía Blanca, Laprida, Monte Hermoso, Patagones, Tres Arroyos) y la Octava, también llamada «sección capital» porque solo contiene a La Plata.
Ocho elecciones en una: ¿por qué podría haber más de una lectura sobre el resultado?
En rigor, este mismo formato se emplea en todas las elecciones bonaerenses, pero al separarse por primera vez la compulsa local de la nacional cobra otro valor. Por caso, abre la puerta a múltiples lecturas sobre el resultado, especialmente si la pelea es tan reñida como marcó la última encuesta de la consultora Aresco, en cuyos análisis confiarían tanto la Casa Rosada como La Plata.
Una lectura será sobre el resultado global de la elección, que tendrá que calcularse mediante la suma de los votos de todas las secciones. Pero otra podría pasar por la cantidad de secciones que gane cada uno, algo en lo que se fijará especialmente Milei debido a su objetivo declarado de «pintar de violeta la provincia».
Y es que con la lógica de «ocho elecciones en una» podría darse la situación de que un espacio político -ya sea LLA o Fuerza Patria- gane cinco o seis de las ocho secciones electorales pero igualmente pierda contra su oponente en la sumatoria global de votos.
En el marco de la puja más grande que libran Milei y el peronismo/kirchnerismo, un escenario como ese llevaría muy probablemente a que ambos busquen mostrarse como ganadores, uno con la foto del mapa provincial pintado casi todo de su color y otro con la suma total de votos el número del resultado general.
A esas se les suma una tercera lectura, que será la cantidad de bancas que gane cada espacio. Esto agrega complejidad a los cálculos sobre cómo comunicarán los protagonistas el resultado obtenido, porque en la Provincia el reparto de las bancas no es proporcional a la cantidad de votantes de cada sección, a diferencia del sistema D’Hont que se aplica para repartir los diputados nacionales.
Por ejemplo, en las legislativas de 2021 el frente Juntos por el Cambio le ganó al peronista Frente de Todos por una ajustada diferencia de 30 mil votos y entre senadores y diputados provinciales se llevó 35 bancas y el peronismo 29. Más claro: en la Octava Sección Juntos sacó casi 12 puntos de ventaja pero los diputados se repartieron tres para uno y tres para otro.
La apuesta de Kicillof: ¿qué representa la elección bonaerense para el peronismo/kirchnerismo?
La lectura que involucra al reparto de bancas es mucho más importante para Kicillof, porque involucra la gobernabilidad a partir de la nueva conformación de la Legislatura bonaerense. No obstante, el gobernador también se juega en esta elección la posibilidad de relegar a Cristina Kirchner en la pulseada por el liderazgo del peronismo de cara a 2027.
Kicillof tomó la inédita decisión de separar las elecciones bonaerenses de las nacionales en un desafío abierto a su exjefa política, que lo desaconsejó con vehemencia, y a La Cámpora de Máximo Kirchner, que presionó todo lo que pudo para evitar el desdoblamiento. Por primera vez, el gobernador mostró autonomía respecto de la principal referente del espacio, en una señal al resto del peronismo.
El «kicillofismo» consiguió así imponer su estrategia pero quedó obligado a ganar las elecciones o al menos a poder presentar un triunfo al electorado peronista, porque una derrota frente al gobierno de Milei le daría la razón a las advertencias que oportunamente le hizo Cristina Kirchner. Esto lo dejaría muy debilitado en la interna al quedar como responsable de un resultado que no solo tiene implicancias a nivel local sino nacional.
Y es que todo el arco peronista buscará en las elecciones bonaerenses un designio para octubre, como también lo hará Milei. Para el Gobierno nacional la cita más importante es esa, porque será la que marque la nueva conformación del Congreso y por lo tanto la fortaleza o debilidad de la gestión libertaria para los próximos dos años. Ver cómo vota casi el 40% del padrón nacional en este turno es clave en ese contexto.
Todo lo que Milei pone en juego en Buenos Aires, rumbo a las elecciones nacionales
La Libertad Avanza llega a estas elecciones con el escándalo de los audios sobre presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad (ANDIS) todavía a cuestas y tensión en el marcado. En el mundo de las finanzas empezaron a comparar los comicios provinciales con las PASO presidenciales de 2019, que sellaron la derrota de Mauricio Macri frente al Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina.
La interpretación podría ser exagerada pero se apoya, en parte, en la nacionalización que hizo el propio Milei de los comicios bonaerenses, al presentarlos como la oportunidad de ponerle «el último clavo al cajón del kirchnerismo». Ocurre que el oficialismo generó una expectativa que no contempló lo que vendría después: recalentamiento del dólar, escándalo y shock en el corazón del Gobierno y una seguidilla de derrotas en el Congreso que exhibieron debilidad política.
Milei intentó usar esto último para reforzar la campaña bonaerense «contra el kirchnerismo» con un ojo puesto en las nacionales de octubre, pero con el correr de las semanas el Gobierno nacional trató de moderar las expectativas sobre la Provincia. Uno de los factores que lo inquietan es la posibilidad de que haya un alto ausentismo.
En el cierre de campaña el Presidente pidió insistentemente a los bonaerenses que vayan a votar este domingo. Cerca de Kicillof también percibieron que la concurrencia podría ser baja, sobre todo porque es una elección a la que muchos ciudadanos nunca prestaron atención, por estas solapada por las nacionales. Pero luego del escándalo de la ANDIS, en LLA empezaron a temer que el ausentismo los complique más a ellos que al peronismo.
Milei busca en esta elección un envión para las nacionales de octubre, donde la renovación de la mitad de la Cámara de Diputados y de un tercio del Senado pintará un panorama para sus próximos dos años de gestión. Se verán allí sus chances de avanzar con las reformas que tiene en mente (como la del mercado laboral), de blindar sus decretos y también sus vetos, algo que cada vez se le dificulta más.
Cuanta más gente vaya a votar en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, más representativo será el resultado sobre la inclinación de los bonaerenses para las nacionales de octubre. El gobierno de Javier Milei y el de Axel Kicillof, con el peronismo/kirchnerismo detrás, se juegan cosas distintas en un mismo tablero, pero todos miran más adelante. Después de las 21:00 de este domingo se verá si cada uno muestra su propio triunfo o si el resultado es indiscutible.