Franco Mastantuono eligió despedirse de la Argentina con un revés paralelo en lugar de un pase filtrado. El juvenil que River cobijó desde infantiles y que ahora se prepara para irse al Real Madrid, aterrizó en su Azul natal para despuntar su pasatiempo favorito: el tenis.
Por al menos unos días, Mastantuono se mudó a otro deporte mientras sigue la cuenta regresiva para su viaje a Madrid. Por estas horas, cambió el estadio y los botines para equiparse con raqueta, shorts y polvo de ladrillo en la cancha 1 del Club de Remo, la misma que lleva el nombre de Federico Delbonis, histórico de Copa Davis.
Y hay video, uno que circuló tan rápido que se hizo viral. Mastantuono, gorra para atrás, cambiando golpes firmes con Bautista Vilicich, balcarceño habituado al circuito Challenger. Tiene cancha y mucha, y de hecho no se trata de algo casual ya que se sabe que practicó tenis cuando era más chico, antes de que termine eligiendo romperla toda en el fútbol.
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Tiempo atrás se habían dado a conocer fotos y videos de Franco como una prometedora figura del tenis. Sin embargo, el pibe se inclinó después por los botines y ahí fue cuando arrancó su importante carrera que ahora, a partir de agosto, lo llevará al Real para jugar en uno de los clubes más grandes de todo el mundo -si no es el más prestigioso del planeta-. Por eso el clip que se conoció volviendo a agarrar la raqueta este domingo no es algo casual.
Cabe destacar que hace unos días Mastantuono posteó una sentida carta de despedida de River a través de sus redes sociales. En su cuenta de Instagram y luego de haber protagonizado uno de los pases más caros de la historia (45 millones de euros, ejecutando la cláusula), decidió expresar todo lo que significa esta salida del club que lo vio nacer para ir a cumplir uno de los sueños más grandes de la vida de un futbolista.
“Hoy me toca escribir unas líneas que jamás imaginé tener que escribir tan pronto. Se abre una nueva etapa, en otro club, en otro lugar, con nuevos desafíos. Es una oportunidad única, de esas que se presentan una sola vez en la vida, y que cualquier pibe que sueña con jugar a la pelota anhela desde chico”, comenzó escribiendo Franco.
Luego recordó cómo fueron esos orígenes en las inferiores de River: “Pero antes de mirar hacia adelante, necesito hablarles de lo que dejo atrás. River no es solo el club donde crecí como jugador. Es mi casa, mi familia, el lugar donde aprendí, lo que significa ponerse esta camiseta con orgullo, con respeto, con hambre de gloria. Cada entrenamiento en el predio, cada tarde en el Monumental, cada consejo de un profe, cada abrazo de un compañero, quedan grabados para siempre en mi historia y en mi corazón”.
Y sentenció, con ilusión pero soñando con algún día poder volver: “Me voy lleno de agradecimiento. A los hinchas, por el cariño incondicional. A toda la gente del club por formarme. A mis compañeros, por compartir esta pasión. Y a mi familia, por estar siempre. River me enseñó que los sueños se persiguen con humildad, esfuerzo y amor por la camiseta”. Mastantuono ahora ya piensa en el Madrid y en River aún lo duelan, pero su futuro luce prometedor y habrá que ver qué tan lejos llega.