Este sábado por la tarde, familiares y allegados de Julián Dobra de la Canal realizaron una concentración pacífica en una plaza céntrica de Roca, con el objetivo de exigir que su asesinato no quede impune. La manifestación fue encabezada por Tomás Dobra, padre del joven, quien fue asesinado en abril de este año en la ciudad.
Al acto asistieron familiares, amigos y compañeros de trabajo del padre de la víctima. Algunos de ellos portaban pancartas con mensajes de reclamo por justicia.
Según informaron fuentes judiciales, Tomás Dobra continúa participando activamente como querellante en la causa, que busca identificar al responsable o a los responsables del homicidio.
Diario Río Negro
La familia del neuquino asesinado en La Plata pide ayuda para viajar
El pasado 9 de mayo, la fiscalía junto con las dos querellas particulares formularon cargos contra Julio César Salgado, Leandro Navarro, Walter Méndez y dos menores de edad, por su presunta implicación en el crimen.
Los fiscales Belén Calarco y Marcelo Ramos calificaron provisoriamente el hecho como un homicidio doblemente agravado: por el uso de un arma de fuego y por la intervención de menores en el acto.
El juez de garantías Julio Martínez Vivot aceptó los cargos y autorizó la continuidad de la investigación, desestimando los planteos defensivos de los imputados. A pedido de la fiscalía, dictó prisión preventiva para los adultos, mientras que los adolescentes fueron sometidos a arresto domiciliario con control electrónico. Desde entonces, todos permanecen detenidos.
Despiden en Cutral Co al neuquino asesinado en La Plata: continúa la investigación
A la espera de peritajes clave
Fuentes judiciales indicaron que todavía no se han recibido los resultados de las pruebas balísticas ni los informes sobre los 14 teléfonos celulares secuestrados durante la investigación. También se aguardan los análisis de ADN realizados sobre las prendas de la víctima.
Julián fue visto por última vez el 16 de abril, al salir del departamento que alquilaba en Roca. Su cuerpo fue hallado el 30 de abril, en una zona de bardas al norte de la ciudad, con dos disparos en la cabeza.
Un análisis complementario solicitado por la fiscalía estableció que el joven habría sido asesinado entre dos y tres días después de su desaparición.
El informe forense confirmó que recibió dos disparos en la cabeza, pero uno de ellos fue el que le causó la muerte. Julián tenía 32 años.