POLÍTICA
El mandatario explicó su lucha contra las bandas narco y defendió los límites constitucionales
Desde Guayaquil, el presidente Daniel Noboa renovó el decreto de estado de excepción e insistió en que su gestión no vulnerará el orden democrático ni buscará concentrar poder más allá de lo permitido por la Constitución. Durante una entrevista con The Economist, aseguró que no se quedará “ni un segundo más” del tiempo que permite la Constitución, remarcando su compromiso con el respeto institucional y la alternancia en el poder.
El medio británico publicó un perfil de Noboa titulado “Un hombre de Harvard convertido en cazador de narcos”, destacando su juventud, preparación académica, mentalidad estratégica y voluntad decidida de confrontar al crimen organizado. En la conversación, Noboa mencionó su apertura a establecer cooperación técnica y operativa con países como Israel, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos e incluso China, buscando fortalecer las capacidades de inteligencia y lucha contra las mafias transnacionales.
Además, expuso su intención de reformar la Constitución para permitir la presencia de bases militares extranjeras en territorio nacional, con el objetivo de blindar la soberanía frente a amenazas globales. Aunque reconoció que el expresidente Donald Trump no tendría en agenda desplegar tropas en Ecuador, planteó que otras naciones aliadas podrían aportar en logística, entrenamiento y tecnología. The Economist subraya que Noboa enfrenta el reto de erradicar el crimen sin perder el equilibrio democrático, evitando replicar modelos autoritarios que sacrifiquen derechos ciudadanos.
| La Derecha Diario
La revista resaltó que la Ley de Solidaridad Nacional fortalece la capacidad del Ejecutivo para enfrentar la amenaza criminal, al otorgar al presidente mayores atribuciones durante conflictos armados internos, incluyendo la coordinación directa con mandos militares y policiales. Noboa recalcó que las Fuerzas Armadas serán procesadas si cometen abusos, dejando claro que el uso de la fuerza estará siempre bajo control institucional y sujeto a la ley.
El presidente también rechazó comparaciones con Nayib Bukele, afirmando que su enfoque combina firmeza con inversión social, mejoramiento de la infraestructura educativa, expansión del sistema de salud pública y oportunidades laborales para jóvenes. Indicó que se siente más afín a líderes como Emmanuel Macron y Lula da Silva, quienes equilibran gobernabilidad democrática con políticas transformadoras.
Esta declaración pública representa un ancla institucional frente al autoritarismo, una reafirmación del liderazgo reformista que ha logrado articular una ofensiva sin precedentes contra el crimen organizado y que, además, proyecta una visión de largo plazo orientada a la reconstrucción del tejido social del país.
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