El Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó y giró a la Cámara de Diputados a suspensión de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), medida solicitada por el gobernador Axel Kicillof que busca ordenar el calendario electoral de cara a los comicios del 7 de septiembre.
Tras el pronunciamiento de la titular del Partido Justicialista nacional, Cristina Fernández de Kirchner, los legisladores kirchneristas del bloque de Unión por la Patria desistieron de impulsar su proyecto de elecciones concurrentes, que proponía unificar en una misma jornada los comicios nacionales y provinciales.
El proyecto fue aprobado por todo el bloque de Unión por la Patria -salvo por Federico Fagioli, quien se referencia en Juan Grabois, quien se abstuvo-, y recibió el acompañamiento de los bloques del PRO, del radicalismo y de las dos vertientes libertarias.
El tuit que puso fin al conflicto
La sesión de hoy fue habilitada por la vicegobernadora Verónica Magario, luego de los pedidos simultáneos de oficialismo y oposición. La decisión de la expresidenta permitió descomprimir la interna del peronismo y encaminar un acuerdo legislativo con el Ejecutivo provincial.
Ahora, la norma deberá obtener su sanción definitiva en Diputados la semana próxima. De concretarse, la suspensión de las PASO implicaría un ahorro estimado de entre 70 y 80 mil millones de pesos para la administración bonaerense.
Ayer, Cristina Fernández ordenó retirar el proyecto legislativo que impulsaba la realización de elecciones concurrentes en la provincia de Buenos Aires, en un gesto de respaldo al gobernador Kicillof, quien ya había decidido desdoblar los comicios y suspender las PASO por este año. La expresidenta expresó su desacuerdo con esa estrategia electoral, pero priorizó la unidad dentro del peronismo bonaerense.
A través de una extensa publicación en la red social X, Cristina argumentó que lo más conveniente para el peronismo y para la ciudadanía bonaerense sería votar una sola vez, el 26 de octubre, en simultáneo con las elecciones nacionales. Sostuvo que ir a las urnas dos veces con apenas seis semanas de diferencia no es aconsejable y destacó que la concurrencia electoral fue una práctica habitual durante más de 40 años.
Pese a considerar que el desdoblamiento es un error político, Cristina pidió a los jefes de bloque del oficialismo en el Senado y la Cámara de Diputados bonaerenses, Teresa García y Facundo Tignanelli, respectivamente, que retiren el proyecto y acompañen la iniciativa de Kicillof. Señaló además que dividir los esfuerzos entre dos elecciones no solo afecta al peronismo, sino también a una ciudadanía golpeada por la crisis económica y la caída de recursos.
La expresidenta advirtió que, con la convocatoria provincial ya publicada para el 7 de septiembre y las nacionales previstas para el 26 de octubre, los bonaerenses se verán obligados a votar dos veces. En ese marco, remarcó que el foco del debate político debe estar en resolver los problemas sociales y económicos que enfrenta la provincia, agravados —según su visión— por la devaluación impulsada por el gobierno de Javier Milei en el marco del nuevo acuerdo con el FMI.
La decisión destrabó la parálisis legislativa y fue celebrada en la Casa de Gobierno bonaerense, donde se temía una fractura interna si se insistía con imponer por ley otro modelo electoral. El ministro Carlos Bianco respaldó la postura de Cristina y aseguró que hay un “gran consenso” para que los bonaerenses voten solo dos veces.