En las últimas horas, un nuevo audio completa lo que fue la previa del violento episodio que Mauro Icardi protagonizó con Wanda Nara en el ascensor del Chateau Libertador, al mandar a su hija Isabella a devolver los perritos que se negó a recibir en su casa de Nordelta en lo que sería su primera noche luego de dos meses de no ver a las nenas.
Lo que terminó en un escándalo con cinco patrulleros y una ambulancia del SAME en la puerta de la torre de Núñez tuvo un prólogo: un ida y vuelta entre Wanda e Icardi en el que ella le insiste a su ex, que por orden judicial no podía ingresar al lugar, que suba.
“Entregale las nenas al encargado de seguridad de la torre del Chateu y sube a bajarlas él, así están seguras”, se lo oye a Mauro en el audio que compartió Daniel Ambrosino en Twitter. Pero Wanda le pide: «Subí vos, Mauro, porque Isi no quiere bajar». Ante la insistencia del futbolista de que las acompañe el encargado, ella repite: «Isi no quiere bajar Mauro».
«Isi tiene que bajar, vos sos la madre y le tenés que decir que baje… así que decíselo», le ordena, a lo que ella retruca: “Pero vos la hiciste subir”. «Sí, yo la hice subir a dejar los perros. Nada más. Si dejaban los perros y bajaban, en vez de secuestrarlas como hiciste, no había ningún problema», espetó él.
EL TENSO IDA Y VUELTA DE WANDA E ICARDI EN LOS MOMENTOS PREVIOS AL ESCÁNDALO EN EL CHATEAU
«Ahora sube el encargado. Sino le dije al encargado, que no quería quilombo, que sino tenía que llamar a la policía. Me dijo que se encargaba él, que él va a buscar a la nena y me hace seguridad«, avanza Icardi en esta tensa comunicación. Ignorando a su ex, la mediática vuelve a la carga con la idea de que sea él quien se ocupe.
«Pero podés subir que están todos llorando…», se la escucha, y él le responde: «Yo no puedo subir». «Yo no la secuestré, vos la dejaste subir. Cómo las voy a secuestrar, si te autoricé para que subas a buscar a tus hijas que están llorando», continúa Wanda.
«No, no me has autorizado nada. Yo no puedo subir. Tengo una denuncia por violencia de género, soy violento entonces no puedo subir ni a la casa por más que me autorices vos«, es lo último que dice Mauro antes de, finalmente, acceder a entrar a la propiedad. El resto, es historia conocida.